Windows 7 más ligero y veloz que nunca

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Alrededor de Windows 7 se está gestando todo un ecosistema de expectativas, deseos, apuestas y pronósticos sobre cómo será su aspecto, sus nuevas funcionalidades, cómo mejorará la relación entre los usuarios y los ordenadores, etcétera. Y, desde luego, también surge otra pregunta: ¿es más rápido que Windows Vista?

En una primera aproximación, lo primero a lo que hemos recurrido para dar una respuesta a este interrogante es al WEI (Windows Experience Index) o Índice de evaluación de la experiencia en Windows. Este parámetro no es otra cosa que el valor numérico que otorga el propio sistema operativo al hardware sobre el que se está ejecutando, de forma que el usuario conozca de manera inmediata y simple qué rendimiento le va a ofrecer su PC.

Para obtenerlo, el sistema operativo evalúa la capacidad de cálculo de la CPU, el número de operaciones de acceso a la memoria principal por segundo, el rendimiento de la GPU a la hora de ejecutar Aero, la productividad de la tarjeta gráfica durante la generación de gráficos en 3D y la velocidad de transferencia de datos del disco duro. El índice final otorgado por el sistema operativo coincide con el valor más bajo que ha obtenido el PC en cualquiera de estos apartados.

Salvando la distancia provocada por los posibles cambios de escala entre Vista y Windows 7, lo cierto es que los resultados que hemos obtenido en este último son mejores que los de Vista SP2. Sea como fuere, en esta primera aproximación (no debemos olvidar que hemos utilizado una versión pre-beta) Windows 7 ha demostrado ser más rápido que su predecesor.